ONO

Otro caso más de publicidad subliminal que destacan expertos en publicidad como Juan J. Ramírez Rioja es el de la empresa española de telefonía, Internet y televisión por cable ONO, que en 1999 experimenta con estos métodos, contra los cuales un ciudadano español denuncia ante los Tribunales de Justicia por la supuesta publicidad subliminal donde se mostraba un torso masculino musculoso y desnudo, con un evidente contenido erótico. Finalmente, la empresa fue absuelta de los cargos porque la imagen, aunque pasaba de forma rápida, era suficientemente perceptible a la vista y por tanto, técnicamente no era posible determinar si dicha imagen era subliminal o no.
Aún y cuando existe la dificultad de determinar la frontera entre lo subliminal y lo no subliminal, esta empresa aprovechó para bombardear a los espectadores con algunos mensajes que no eran percibidos a simple vista.